"En vez de comprender a la cuchara, deberías intentar comprender la realidad: no existe la cuchara". Esa frase se la dijo un niño calvo a Neo en la primer pelicula de Matrix, mientras intentaba explicarle que él no viví en una realidad, sino en una suerte de sub realidad.
Eso mismo pensé hoy cuando fuí al super nuevamente. Verán, cada vez estoy más convencido de que en algún momento del viaje me dormí y por alguna suerte del destino terminé despertandome en una realidad completamente alterna donde todo está patas para arriba, como diría una vez mi abuelo.
En esta realidad que estoy viviendo hace rato, muchas de las cosas que deberían ser no lo son, y muchas que nunca deberían suceder, son cosas cotidianas.
Dejenme explicarles un poco más con algunos ejemplos: hoy me di cuenta de que me estaba quedando sin mermelada y sin mayonesa (elemento escencial es mis desayunos y comidas). Fue mi gran sorpresa cuando llegué al super y me puse a buscar mi mermelada cuando me di cuenta de que no solo no había de la marca que siempre compro, sino que además había una sola marca! Entienden lo que digo? Apenas una marca de mermelada.. encima era bastante fea. No la compré. Seguí mi camino hacia la mayonesa, algo común en nuestras vidas. Nuevamente busqué mi marca, solo para encontrarme una vez más que no había.. y era una Natura, una de las marcas más usadas. Yo sé que el super de la ruta no es justamente un Walt-Mark, pero tampoco lo era el almacén de mi barrio y así y todo tenía mis marcas.
Por otro lado: el colectivo. Sí, ya sé, ya hablé bastante de ese tema, pero es que es un mundo totalmente diferente.. creanme. Se acuerdan de que había estado 30 minutos en un colectivo la vez pasada? que había entrado por lugares inimaginables? Bueno, hoy para venir al centro tomé exactamente el mismo colectivo solo que esta vez fue por el camino directo. Tomó la ruta, puso tercera y llegué en 8 minutos... Alguien me puede explicar eso? Encima me olvidé de contarles: no es con máquina de boletos, sino que el chofer entrega los boletos en mano, como era hace 10 años atrás. Esto parece el pueblo de la pelicula La Aldea, detenida en el tiempo en algunos aspectos.
Otra razón por la cual parece detenida en el tiempo es por la tecnología que hay.. o que no hay. Claro ejemplo: hace unos días andaba hablando con Camilo, el hijo de Raúl, que andaba averiguando para poner internet en la casa. Acá en San Martín hay una sola compañía de telefonía (Cotesma), asi que tiene todo el monopolio. Le pregunté de los precios y las velocidades y me comentó que el servicio más barato costaba $120 y era por una velocidad de 256kbps... 256kbps, no miento. En Santa Fe, en ese pueblucho, 256kbps no existe más hace años... nadie ofrece ese servicio, y menos a ese precio.
Entiendo que San Martín es un pueblo caro, pero nunca imaginé que hasta tal punto. Es un lindo lugar, no lo niego.. pero considerando mis prioridades, creo que es un lugar para venir, no vivir.
Unos meses me gusta, más.. no sé.
Es un lugar raro, debo admitirlo.. hoy salí a las 6 al super y no había un alma en la calle. Ni los perros que siempre andan dando vuelta. Por las mañanas es igual, no se ve a nadie.. y por las noches ni hablar.
Son las 22:24 y no se ve a nadie por la ventana del telecentro, eso que estoy en pleno centro.
En fin, me cierra el locutorio (sí, a las 22:25) asi que tengo que irme ya, una lástima.
Cuidense mis marineros y huespedes, hasta la próxima!
martes, 23 de junio de 2009
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