Pasó mucho tiempo, es verdad, prácticamente dos años y monedas. Pero ya se puede sentir la sensación de nuevo. Son esas gotas de adrenalina, ansiedad. Son esos pequeños retazos de sentir que el tiempo se pasa demasiado lento, pero a la vez esperar que no pase rápido para poder disfrutarlo aún más. Puedo sentirlo.
Crece, poco a poco, la necesidad de llegar a destino. Esta vez el camino es más claro, las ganas mayores y la mente más preparada.
Alguna vez me dijeron que era mejor dejarlo... ahora dirían lo mismo?
miércoles, 4 de noviembre de 2009
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